Marcelo Pérez, testimonio adulto que padece de ansiedad continuada
Carolina Cruces. Puerto de Sagunto
Marcelo Pérez Fernández tiene 36 años y ha padecido de ansiedad a lo largo de su vida. Las vivencias en su entorno familiar y la sociedad hacen que acudir al psicólogo en momentos concretos de su vida se haya hecho algo regular. Se encuentra en la generación de adultos y comenta con libertad su experiencia con la salud mental.
—Ansiedad, depresión e insomnio son los trastornos psicológicos más frecuentes. ¿Sufres o has sufrido alguno de estos problemas?
—La ansiedad es la que más he sufrido, o al menos es de la que he sido más consciente. Respecto a la depresión, me he sentido en alguna ocasión algo superado por ciertas situaciones de la vida, pero no lo he sentido tan de cerca.
—¿En qué momento empiezas a darte cuenta de que algo va mal con tu salud mental?
—Yo creo que en el momento dónde empiezas a no poder dar explicación a cosas que te pasan, o que sientes que hay algo que no encaja porque te sientes desbordado. Creo que es importante la auto reflexión, el autoconocimiento, intentar mirar las cosas que haces, y que las das por normales, pero que igual no lo son.
—¿Cuándo decides ir por primera vez al psicólogo y por qué?
—Con 15 años. Y fue por una situación familiar muy complicada. Mi madre era alcohólica, y mi vida en ese momento sentía que se desmoronaba, no solo con mi madre, sino que conmigo también. Dejé de ser yo mismo, y lo pasé muy mal. Entonces entendí que necesitaba una ayuda externa porque era incapaz de manejar esta situación por mi mismo.
—¿Antes de ir al psicólogo pensaste que se te iba a juzgar?
—¿Te juzgaste a ti mismo por sentirte mal?
—Me he juzgado siempre por muchas cosas, pero en concreto con esto no. Me di cuenta de que ese proceso de sentirme mal era un proceso de autocomplacencia, es decir, el sentirme mal hacía que de algún modo, todo lo que me pasaba tuviera un porqué, y de este modo continuaba sin hacer nada para remediarlo. Finalmente, me di cuenta de que esto no era bueno, que no podía quedarme en el drama, ni en el “pobre de mí”. No podemos hacernos los pobrecitos con excusas, porque no avanzas.
—¿La sociedad ha hecho presión para que se desarrolle tu problema de salud mental o crees que ha sido cosas de tu propia personalidad?
—La sociedad claramente incrementa cualquier problema, no solo de salud mental. La sociedad se encarga de juzgarte mal cuando te sales de la guía, de lo que debes hacer y de lo que no. Las personas que se salen de esos cánones se machacan mucho por culpa de la sociedad. Pero creo que es una mezcla entre la personalidad y la sociedad, porque también dependerá de la forma en que cada uno afronte las situaciones de la vida y de la capacidad para actuar. Si el factor sociedad no existiera, pienso que cambiarían muchas cosas.
—¿Todo esto afectaba a tu entorno familiar, laboral… (personal) ¿Cómo te afectaba?
—Sí, claro, afecta en todos los ámbitos. Creo que es evidente que podemos intentar poner corazas para protegernos, pero al final en algún momento esto va a salir. Yo esto lo noté, sobre todo con mi pareja.
Comments